Hoy estamos celebrando la fiesta de una de las advocaciones marianas más conocidas: María Auxiliadora de los cristianos.
Vamos a repasar la historia de esta bella advocación.
Desde los primeros cristianos se conocía a la Santísima Virgen como la “Boetéia”, “La que trae auxilios del Cielo”. Dentro de algunos textos de los grandes santos de los primeros siglos del cristianismo tenemos a San Juan Damasceno, famoso predicador, año 749, quien es el primero en propagar esta jaculatoria: "María Auxiliadora rogad por nosotros". Y repite: "La "Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte".
En 1571 el Papa San Pío V, en agradecimiento al visible y singular socorro que María Santísima presentó a los cristianos en la Batalla de Lepanto, condecoró a la Madre de Dios con el título “Auxilio de los Cristianos”, añadiéndolo a las Letanías Lauretanas.
En 1571 el Papa San Pío V, en agradecimiento al visible y singular socorro que María Santísima presentó a los cristianos en la Batalla de Lepanto, condecoró a la Madre de Dios con el título “Auxilio de los Cristianos”, añadiéndolo a las Letanías Lauretanas.
En 1683 en Baviera, Alemania, por haber sido librada de los turcos, se erige en Viena la primera cofradía en honor a María Auxiliadora.
En 1814. El Papa Pío VII, le prometió a la Virgen María que si lo libraba de la prisión, en la cual el Emperador y enemigo de la fe Napoleón Bonaparte lo encarceló, le establecería una nueva fiesta en la Iglesia. La Virgen María lo auxilió y el 24 de mayo de 1814 el Papa regresa triunfante a Roma, por lo que establece la Fiesta de María Auxiliadora el 24 de mayo.
En 1814. El Papa Pío VII, le prometió a la Virgen María que si lo libraba de la prisión, en la cual el Emperador y enemigo de la fe Napoleón Bonaparte lo encarceló, le establecería una nueva fiesta en la Iglesia. La Virgen María lo auxilió y el 24 de mayo de 1814 el Papa regresa triunfante a Roma, por lo que establece la Fiesta de María Auxiliadora el 24 de mayo.
Es precisamente un santo torinés llamado San Juan Bosco, quien al ver los desastres en la niñez y juventud de Turín producto de las devastaciones de las guerras napoléonicas, funda una congregación religiosa bajo la guía profética de María Auxiliadora, para precisamente auxiliar a los niños y jóvenes en riesgo social: la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, conocidos como los Salesianos (en 1859) y la rama femenina (con la ayuda de Santa María Dominga Mazzarello), que atiende niñas y muchachas en riesgo social, las Hijas de María Auxiliadora (en 1855).
En San Juan Bosco, conocido como Don Bosco, ha sido el instrumento de Dios para propagar la devoción a María Auxiliadora y es que estos dos santos van de la mano que es imposible recordar a uno y no recordar al otro. Fue de las últimas misiones encomendadas por Don Bosco a sus salesianos y las Hijas de María Auxiliadora, que se esparciera la devoción a María Auxiliadora: “Propagad la devoción al Santísimo Sacramento y a María Auxiliadora”.
Oración a María Auxiliadora de los Cristianos compuesta por San Juan Bosco:
¡Oh María Virgen Poderosa! Tú, la grande e ilustre defensora de la Iglesia; Tú, Auxiliadora del pueblo cristiano; Tú, terrible como un ejército en orden de batalla; Tú, que sola destruyes los errores del mundo, defiéndenos en nuestras angustias, auxílianos en nuestras luchas, socórrenos en nuestras necesidades, y en la hora de la muerte, recíbenos en el eterno gozo. Amén
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